Felipe Torrealba

Felipe (35) vive junto a su novia, Ana, en Santiago Centro. Hace siete años decidió volver a vivir en Chile luego de que él, su hermana menor y sus papás emigraran a Europa el año 1999. Antes de irse del país, su padre trabajaba como corredor de seguros y su madre como secretaria bilingüe, tenían una casa en Talagante, zona rural de la Región Metropolitana. Llegó a España con 14 años, estudió sociología en la Universidad Complutense de Madrid y durante los años 2011-2013 realizó un postgrado de estudios Latinoamericanos en la Universidad de la República en Uruguay. Los primeros años en Chile no fueron fáciles, se demoró en encontrar trabajo relacionado a sus intereses y capacidades, pero con el paso del tiempo la adaptación y su vida fueron tomando rumbo. Principalmente su trabajo ha estado relacionado a la educación y a la gestión de proyectos. 

Tras el 18 de octubre de 2019 y luego de meses de inestabilidad sociopolítica, la ONG en la cual se desempeñaba dejó de recibir fondos del Estado y los proyectos que lideraba no tuvieron continuidad. Trabajó hasta diciembre de ese año, y la pandemia del Covid-19 lo encontró sin trabajo y con pocas expectativas de obtener uno nuevo.  

Junto a Ana, quien es venezolana y llegó a Chile hace un par de años, vivieron una cuarentena de cuatro meses y 18 días, en un departamento de 40 m2. Felipe no quiso sacar durante los primeros meses su seguro de cesantía, no calificó para ningún bono del Estado y vivió de algunos ahorros. Actualmente junto a su pareja barajan la idea de irse a vivir a España y comenzar una nueva vida juntos, sienten que en Chile la vida es difícil, la ciudad les parece aplastante. Reconocen que están ilusionados con los cambios sociales que vive el país, pero también, que están en un momento de inflexión en sus vidas y necesitan saber dónde y desde qué lugar aportar a la construcción de esta nueva sociedad y si es que es necesariamente Chile es su lugar.