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LAS ENTREVISTAS

Familia Quintana Miranda

Sergio Quintana (67), se jubiló como jefe de repuestos automotrices y su esposa Soledad Miranda (63) es dueña de casa, llevan 43 años de matrimonio. Viven en la comuna de Puente Alto, en la Villa Pacífico Sur.

Sergio y Soledad se contagiaron de Covid-19 en mayo de 2020, en el peak de la pandemia, y presentaron síntomas graves desde el comienzo. Ambos fueron hospitalizados. Él ingresó a la Clínica Bupa, de la comuna de La Florida, el viernes 22, donde llegó con dos pre infartos. Estuvo inconsciente e intubado durante 18 días y fue dado de alta después de un mes, el 26 de junio. Soledad, resistió unos días los embates del coronavirus, pero  también se agravó y fue derivada a la Clínica Las Condes, donde permaneció desde el martes 26 hasta el domingo 31. Nunca perdió la conciencia. 

La convalecencia la vivió sola en su hogar, 30 días, sólo con visitas desde lejos de sus hijos por miedo al contagio, los que le dejaban comida y suministros en la puerta de la casa, Soledad entre miedo de sus miedos, perdía el optimismo y pensaba: “Sergio no va a vivir, no va a volver a la casa”. Soledad admite que su gran compañía en esos largos días fueron sus dos perritos, que permanecieron todo el tiempo a su lado.

Pese a que ambas clínicas privadas no estaban cubiertas por su plan de Isapre, fueron derivados a ellas por la escasez de camas en la red hospitalaria. Luego de la mejoría de la pareja, la familia Quintana Miranda se dio cuenta de que tenían una deuda de $53.000.000  en el caso de Sergio, y $7.800.000 en el de Soledad. Finalmente en el caso de ella Fonasa cubrió el 50% y con sus ahorros pagaron $3.680.000. La cobertura de Sergio no fue lo mismo y su caso aún está en discusión en la Superintendencia de Pensiones. Además, es un monto imposible de pagar para ellos y sus hijos.

Sergio, es un hombre que gracias a su esfuerzo pudo tener una vida material mejor que la de sus padres. Tuvo que comenzar a trabajar sin haber terminado la enseñanza media, pero a poco andar un jefe lo instó a seguir estudiando para optar a mejores condiciones laborales. Finalmente se graduó de cuarto medio a los 25 años, luego de estudiar en una escuela nocturna. En la empresa donde se jubiló -recientemente- logró avanzar gradualmente de puesto y llegó a tener un sueldo de alrededor de un millón de pesos, gracias a eso lograron cumplir el sueño de toda una vida, tener una casa propia y hoy recibe una pensión que le permite cubrir sus gastos sin sobresaltos.

Para Sergio y Soledad sus preocupaciones son la delincuencia que se vive en el país en general y en las poblaciones. Sergio, cree que una nueva Constitución es el camino incorrecto para frenar los problemas sociales y su opción fue votar Rechazo en el Plebiscito del 25 de octubre de 2020. Soledad, en cambio, anuló su voto, como es su costumbre, porque dice no creer para nada en los políticos.

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